El sábado 7 de septiembre llevamos ciencia divertida a Miraflores de la Sierra en la 7ª edición de la Feria de Divulgación Miraexplora
Llegábamos a Miraflores poco antes de las 9 de la mañana y ya había alguna decena de vuntarios que, bajo la meticulosa dirección de Teresa Ajenjo, el alma de la feria, tenían montadas las carpas, distribuidas mesas y sillas, forradas las mesas e iban orientándonos a los ponentes a nuestros espacios, dándonos nuestros identificadores y ofreciéndonos la ayuda y recursos que necesitáramos.
Montando nuestro stand Los primeros inscritos
Poco después, una media hora antes de que comenzaran los primeros talleres de ciencia divertida, una larga cola esperaba ilusionada para inscribirse, recibir sus identificadores y dirigirse a los expositores que más les llamaban la atención para no quedarse sin plaza en sus talleres favoritos.
No habíamos terminado el primer taller, a eso de las once de la mañana, y teníamos ya prácticamente llenos no sólo los otros cuatro talleres previstos para el resto del día, sino uno más que, por un error que cometimos en la temporalización, tuvimos que añadir.
Bendito error pues así tuvimos la oportunidad de disfrutar de quince participantes más en nuestros talleres. Y es que lo peor de la feria es tener que decir a algún niño que nos preguntaba interesado que ya no teníamos sitio. Así que optamos por abrir nuestro cupo para que, cuando las quince plazas estuvieran cubiertas, pudieran acercarse más chavales que estuvieran interesados en la ciencia divertida y participar en el taller aunque fuera de pie.
Lo difícil era multiplicar las guías de aves que llevábamos para regalar a los participantes pero fue fácil de solucionar limitando el reparto a una por familia. Al final del día cerca de cien familias se fueron con una guía de identificación de Aves de la Sierra de Guadarrama por cortesía de las asociaciones Proyecto Verde de Colmenarejo y Fotografía y Biodiversidad.
Justo cuando terminábamos el segundo taller del día y la garganta empezaba a resentirse, un voluntario pasaba a dejarnos unas botellas de agua. Todo estaba previsto.
Para esta ocasión, además del microtaller de identificación de aves Con Alas en la Mirada nuestra apuesta por la divulgación científica fue ensayar dos talleres más, uno de identificación de aves por sus cantos y otro en el que relacionábamos las diferentes formas de las partes de las aves (picos, ojos, alas y patas) con sus distintas funciones y terminábamos dibujando un ave de nuestra invención, con combinaciones inverosímiles de estas partes. Fue increíble disfrutar de la creatividad de estos jóvenes científicos, algunos hasta le pusieron nombre común… ¡Y científico!
Con alas en las miradas Precioso ejemplar de Pio, creado por Amala Erik nos muestra su Apeguilla Luka es el nombre del autor y del ave 🙂 Cabe destacar la cola ahorquillada de este precioso ejemplar de… Impresionante el plumaje del Bello Corredor que nos presenta Nacho Loro de Corona Turquesa posado y en vuelo (para más detalle) Precioso pato cisne Pájaro Dragón (Pajarus dragonus) Planeador Carpintero (Planeux carpinterux) descubierto por Paula, fantástica ornitóloga.
Entre taller y taller una visita a los de los compañeros, aunque es difícil saludarles porque están en medio de sus actividades y se queda uno con las ganas de ver el taller entero pues son todos interesantísimos pero tenemos que estar listos a tiempo para empezar el siguiente nuestro.
De ahí siempre surge la sugerencia para Teresa de que organice un «Endoexplora» que nos permita a los ponentes disfrutar de los talleres de ciencia divertida de nuestros compañeros.
Ornitología, Paleontología, Zoología, conservación de especies en peligro, Astronomía, Botánica y repoblación de bosques autóctonos, Micología, energías renovables, cuentos, pintacaras… Nos es imposible enumerar los 18 proyectos de divulgación científica y educación ambiental que presentan sus talleres de ciencia divertida a los cerca de 600 participantes. De cada rincón de Miraflores de la Sierra brota ciencia y magia a partes iguales.
Terminados los tres primeros talleres escuchamos el sorteo de libros divulgativos en la caseta de información y cómo el público gritaba a coro un «¡¡¡Uuuyy!!!» Cada vez que salía un número.
Con la pausa de medio día llega para nosotros uno de los momentos más interesantes de la jornada. Algunos compañeros aprovechan para reunirse con familiares y amigos que les han venido a ver a la feria y otros nos vamos juntos a comer. Ahí es donde uno se da cuenta de que no sólo está entre grandes profesionales de sus diferentes campos sino con una gente estupenda.
En ese momento tuvimos la oportunidad de cambiar nuestros papeles y pasar de ser monitores a escuchar con la boca abierta las explicaciones que, con gran humildad y generoso entusiasmo, nos dió Antonio Guillén, que en la feria abre los ojos de los participantes a la vida microscópica, de cómo había descubierto una nueva especie de ameba en otro proyecto en el que colabora desinteresadamente sobre el estudio de la vida en Marte.
Tan bonito como estar junto a científicos consumados es ver nacer proyectos como el de Sara Barbieri que este año arrancó su proyecto VivaEnergía de educación sobre las energías renovables en Miraexplora.
Ya por la tarde se nota el peso del día tanto en los que impartimos los talleres como en los participantes, algunos de los cuales ya llevan a sus espaldas la información y actividades de cuatro o cinco talleres. A pesar de lo cual siguen ávidos de aprender y participar con sus propuestas, sus preguntas, sus reflexiones…
Y no sólo los niños, los papás también podían acercarse y participar con sus hijos en los talleres. Tuvimos la visita de un padre interesado en identificar una rapaz que sobrevuela su casa por su descripción y consultando las guías llegamos a la conclusión de que se trataba de un águila calzada. Charlando, charlando, nos contó que se dedica a la apicultura a pesar de lo cual le encantan los abejarucos ☺️
Finalizados los últimos talleres la feria termina con el sorteo de libros de divulgación científica de la tarde. Guardamos nuestros bártulos que como son pocos nos permiten ayudar con su recogida a los compañeros que llevan más parafernalia; y nos unimos a los voluntarios para ir plegando carpas, trasladando mesas y recogiéndolo todo para que Miraflores se quede como si todo hubiera sido un sueño.
Todos, desde los voluntarios, los organizadores, los ponentes, el personal municipal ¡Y el propio alcalde de la localidad! ayudamos con el desmontaje y nos preparamos para la foto de grupo en la que posamos orgullosos con nuestros diplomas.

Besos, abrazos y apretones de manos. Poco a poco cada célula de este perfectamente engranado organismo se separa para volver a su día a día, agotados pero felices de formar parte de este proyecto y con nuevas ideas pidiendo paso para el Miraexplora 2020.
Muchas gracias a Antonio Ordóñez por imaginar esta feria; a Teresa Ajenjo, el Ayuntamiento de Miraflores de la Sierra y la Asociación Fotografía y Biodiversidad por hacerla realidad; a todos los voluntarios por cuidar de ponentes y participantes con tanto cariño; a todos los ponentes por su compañerismo y generosidad al compartir con todos sus áreas de conocimiento; a los padres y madres que traen a sus hijos a estos eventos, con ello estáis haciendo un mundo mejor; y, sobre todo, a cada uno de los niños que participaron en los talleres porque nos dan esperanza de un futuro brillante.